..."donde no hay consuelo ni ascensor,
el desamparo y la humedad
comparten colchón
y cuando, por la calle,
pasa la vida, como un huracán,
el hombre del traje gris
saca un sucio calendario del
bolsillo y grita
¿quién me ha robado el mes de abril?"(*)
Qué canción más linda la que canta Joaquín Sabina, ¿no es cierto? Así, incluso a algunos, como a mí, nos dan ganas de visitar dicha posada, y, cuando ahí nos encontramos, incluso se nos antoja hermosa y dulce. Sin embargo, no olvidemos que quien también canta:
"Vivo en el número 7, calle Melancolía,
quiero mudarme hace años al barrio de la alegría
pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía,
en la escalera me siento a silbar mi melodía."
ha vivido taaaaantas cosas, ha viajado tantos viajes, que no es posible pensar más que de entre todos los lugares, cuando viene a la calle melancolía y se aloja en nuestra posada, es temporal y es el lujo de un hombre bohemio, igual que cuando nos canta la Bersuit:
"nadie lo podrá impedir, esta noche iré hasta el fin,
con los locos, los borrachos, con la putas y los guachos..."
Estoy de acuerdo con esto. Y sin embargo, ¡qué cambio, cuando los que estamos aquí desde hace tanto, cuando nosotros, los húmedos, los fracasados, los locos, putos y guachos, decidamos transitar otros lugares, y desde el regalo, quizás, de la victoria, con las risas, libertad, con la alegría, decidamos, tal vez, volver...
No nos vamos a posar en el fracaso
no nos vamos a detener en él
lo viviremos, tal vez, con valentía, con orgullo
haremos de esta experiencia una victoria,
y así, sanados, y sin miedo,
volveremos, tal vez, con un regalo
a hacer de esa posada un tránsito,
hospital, trampolin, escuela.
Dia Bri
(*)
